Las aventuras de Coto y Tuco

 —¿Una empanada? —inquirió con tono incrédulo el Tuco. —¿Ese fue todo tu almuerzo? 

Así es —contestó el alicaído Coto, que no estaba para bromas.


Sin mencionar más el tema, pidieron la cuenta, aunque el Tuco se quedó con ganas de zamparse un talquino. Afuera el clima estaba agradable. Caminaron como siempre sin rumbo En una de tantas esquinas, en un negocio de abarrotes, en una pizarra estaba escrito con tiza blanca y grandes letras:


Vecina, vecino: al fin se consiguió que la municipalidad instale cámaras de seguridad. La TV sirve para algo, gracias.


El Tuco miró la flamante cámara sostenida por un poste a unos seis metros del suelo.


—Qué inútil, una cámara que te muestra para dónde está enfocando —acotó el Tuco, e insistió—. No le veo la utilidad. Los ladrones ven para dónde está la cámara y van por el otro lado. Además, está mirando hacia el lado opuesto del boliche, qué absurdo.


El Coto, de pie, miraba al Tuco, que estaba sentado en el borde de la sucia cuneta. No estaba de ánimo para discutir tonterías, pero sí para hablar de desastres aéreos, materia que el Tuco no dominaba y al parecer no tenía la intención de hacerlo en un futuro próximo.


Cruzando calle Compañía o Huérfanos, el Coto comentó, algo molesto, la cantidad de fotos que tomaba cada vez que venían por estos barrios. El Tuco pensó que eran buenas fotos y recordó que las veía en detalle en cuanto el Coto se las enviaba por WhatsApp. Pero no dijo nada, contagiado quizás del mutismo de su amigo.


Eso no impidió que llegaran al "Café Brunet".


—¿Estarán atendiendo?

—¿Y por qué no? En internet sale que atienden hasta las nueve.

—Pero una cosa es lo que diga la página y otra es lo que nos digan acá. Acuérdate que la otra vez, pese a que estaban abiertos, nos dijeron que ya no nos podían atender.


El Tuco, adelantando al Coto, entró al local, donde una amable garzona los recibió con una sonrisa y los condujo al amplio salón. Ahí tampoco mejoró la cosa.


El Coto, después de leer toda la carta, pidió un jugo de arándanos, un agua mineral sin gas y una tarta de zanahoria. Tarta no había.


El Tuco, en tanto, se decidió por un chocolate helado con crema. La garzona entabló un pequeño diálogo con él.


—Yo me tomo tres tazas de café al día —dijo con su acento eslavo, e hizo un delicado ademán con la mano, imitando una taza pequeña.


—La última vez que estuve acá me tomé un café a esta hora y después eran las tres de la mañana y no podía pegar un ojo.


El Tuco miró a su amigo, que estaba a la izquierda de él, con la esperanza de que se sumara a la conversación, a ver si por fin rompía el hielo, pero el Coto estaba absorto en su celular, ignorando, al parecer, el entretenido diálogo que mantenía con la rusa.


"A la mina te la tenés que enganchar a la primera", pensó, pero él ya no estaba para esos trotes.


El chocolate helado estaba delicioso. Claro que con ello el Tuco sobrepasaba con creces las calorías recomendadas, pero no le importó. Lo disfrutó al punto de hacer sonar el sorbete contra el fondo del largo vaso.


El Coto lo miró y, esbozando una sonrisa, le preguntó:


—¡¿Qué está haciendo, señor?!


El Tuco le explicó que el mayor y casi único recuerdo de su bisabuelo era cuando este sorbía el té y lo hacía sonar para deleite de él y sus primos.


Se tomaron un par de fotografías. El Tuco, al verlas, comentó lo cerrado que se le veían los ojos, efecto del fasito que se había fumado antes de tropezar con el café.


La rusa desde el baño le indicó al Coto que pagara directo en la caja. Once mil quinientos incluyendo la propina, el Tuco sacó su tarjeta y el Coto le dio su parte en efectivo. Los mismos billetes que el Tuco le había pasado más temprano, cuando pagó con su tarjeta los dos shop en El Beer Wall.


En la calle ya estaba oscuro, faltaban veinte minutos para las nueve de la noche y la aventura de este sábado llegaba a su fin. Al Tuco se le atravesó sentimiento melancólico que ignoró mientras abría con cuidado la puerta del acompañante del auto de su querido amigo Coto. 


(esta historia continuará)









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