Reprueba

Días que no escribía mis páginas matutinas (esta es una transcripción fiel de las últimas.)
Hoy estoy en casa de F, estamos esperando vídeollamada del sur, de San Pedro en Conce, con la transmisión de la ecografía que le harán a mi querida nuera, de nuestra próxima nieta o nieto. Algo que nos llena el alma de felicidad.
 No así el triunfo del Rechazo en el último plebiscito de este domingo recién pasado (ayer.). Aplastante triunfo de la extrema derecha y del que no comentaré más. Solo diré que me siento muy desolado y triste. Me envuelve un pesimista sentimiento con respecto a mí país y su futuro que no había sentido antes.
El Memo (alias Chicho) salta como loco y le rasguña la ropa a F que ahora se devuelve por su mascarilla. G ataja al Chicho, lo toma en brazos y el Chicho me lanza una mirada desquiciada. G se ríe. La Tonca ladra fuerte al otro lado de la reja; me encuentro justo del otro lado y el viento me trae el ácido olor de sus orines de perra vieja. Estoy afuera, sentado en un sillón plegable que acabo de afirmar poniéndole un tarro de pintura dentro de una pata y una llanta de fierro en la otra. Está despejado el clima lo siento algo frío, F, que anda descalza, me dice que está muy acalorada. Pará mí está agradable... claro que ando con suéter cuello de tortuga. F volvió del pan, cruzo el portón a toda carrera y ahora  la oigo conversar en la cocina animadamente con G. La marraqueta está crujiente, exclama contenta.
Yo estoy pernoctando  en la Francia. Llegué por estos pagos el domingo 28 de agosto, hace más de una semana, atentos y preocupados por la salud de mi suegro, que sigue grave todavía después de que hubo que repetir la primera operación a raíz de un infarto que tuvo en el post operatorio a razón de que se corrió la válvula que le insertaron y para colmo se agarró una infección instrahospitalaría. Amorcito xon ternura me llama F a desayunar...
En lo que ayer podría haber sido una jornada redonda de alegría y buenas vibras, al final se terminó empañando por el avasallador e inesperado triunfo del Rechazo... Pero... yo me quedo con la visita de mí hijo G a Santiago. Vino a votar y aprovechó de anunciar su buena nueva. Orgulloso invitó a la familia a un brindis con jugo y bebidas de fantasía y ahí mismito les contó que iba a ser padre. Se alzaron felices las copas, todos los presentes celebramos. Estábamos en esa linda mesa repleta de amación y cariño bueno, mi hermano P, su esposa MJ, su hija V, su hijo JP, su hija mas chica la Cau y S el benjamín. Además de la PO con su hijo GV. Los dueños de casa J y L Mis hijos A y G, y Yo. Sin haber planificado esta junta que se dió por pura casualidad gracias a las votaciones, lo pasamos increíble... , solo faltaste Tú... Nos tocó sufragar en la vieja escuela (505) donde cursé casi toda mi enseñanza básica. En la mesa 118 donde estaban inscritos en varias páginas seguidas los Ortices. Mi mamá también fue a votar, echo extraordinario y costó llevarla porque venía llegando muy cansada de la feria y quejándose de mucho dolor a los huesos. Logré convencer a mí padre de que fuéramos a comprar carne sin tener que esperar la opinión de mi madre. Tres kilos de punta picana que cociné a la olla. Quedó deliciosa, además me preocupé de que mi mamá no hiciera nada, que no se estresara, ayudé a poner la mesa, la C preparó el arroz, P coció unas papas que luego MJ mezcló con mayonesa Kraft, finalmente levanté la mesa, le di las sobras a las perras y perros, lavé toda la loza y la guardé, poco después me despedí de mis padres e invité a mis hijos a acompañarme para no preocupar a los viejitos con la once. P y familia se había retirado un poco antes.
Todo esto a pasado a la sombra de la grave crisis que está enfrentando mi suegro producto de la cirugía al corazón que le practicaron el lunes 29 y que lo tiene con un pie aquí y el otro en el otro lado. Es extraño saber que está así porque hasta pocas horas antes de la operación se veía tan bien, tan optimista y sonriente..., no nos esperábamos que las cosas se dieran de la manera que están ocurriendo... La volatilidad del alma. Entregar tu vida (tomale el peso a eso) en manos profesionales. Ellos, los médicos, no tienen todas las respuestas ni todas las soluciones, son hombres, no dioses. F ha sido afortunada dentro de las circunstancias, ha podido estar con su padre en la UCI en dos ocasiones; el día que lo iban a operar que estaba feliz y tranquilo y el sábado pasado cuando le tocó verlo ya intervenido dos veces y conectado a máquinas que van y vienen con sueros y medicamentos y oxígeno insuflando su debilitado cuerpo.
En todo este proceso no ha faltado el humor y las anécdotas. La primera visita que hicimos al hospital Arriaran cuando íbamos bajando en el ascensor F se comió un caramelo Halls negro extra fuerte, así se acercó a hablar con la doctora que la pillamos justo porque la puerta de la UCI estaba abierta y nosotros entramos sin pedirle permiso a nadie. F hablaba con la doctora y como tenía su mascarilla puesta el mentol del caramelo le subía directo a los ojos haciéndole brotar las lágrimas. La doctora, que primero había dicho que las visitas estaban prohibidas, al parecer se conmovió por las lágrimas de F y la dejó entrar a ver a su padre inmediatamente, estuvo más de media hora con él y conversaron de todo. Hoy es martes y F me acaba de enviar este audio:



Amor, el R anda trabajando hoy día y justo tuvo que ir a Matta con ¿Santa Rosa? y pasó al hospital y habló con la doctora a ver si lo dejaba entrar a verlo porqué él se sabía que estaba muy grave, lo hicieron esperar un rato y si poh lo dejaron entrar y mi papá estaba con los ojitos abiertos... y el R hablaba y él como que lo seguía con la mirada y de ahí se volvió a quedar dormido y así, la doctora le dijo que de mí papá empezaron a bajarle las dosis para irlo como despertando... y que eeehm... tiene episodios muy buenos y episodios muy malos. 


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