Ride Upon The Storm , Cabalga Sobre La Tormenta (parte 2)


 



Vuelvo a casa despues de ese reparador paseo .En la paz de mi pieza continuo el mecánico proceso de configurar la maquina de mi hijo, dejo pasar las horas mientras el trabajo corre de forma automática. Mi mente absorta en una serie que pasan por televisión. Danesa existencialista; humana, delicada y brutal.

Ya he terminado de respaldar toda la información y comienzo con la instalación del sistema operativo. Inserto una memoria USB en la ranura del notebook para tal fin, con la información necesaria. Ajusto la BIOS y le doy partida, cerca de la una de la mañana ya está todo casi listo. Mientras afino los últimos detalles le envío una foto a mi hijo con los menús actualizados y un reluciente sistema operativo y renovado ordenador con toda su valiosa información respaldada. Mi hijo, al otro lado, me expresa su felicidad por mi trabajo esmerado y yo me siento orgulloso de haberlo ayudado. Entonces reinicio la máquina, deshago los cambios temporales en la BIOS... momento, algo anda mal. La pantalla se suspende en negro y como fatal sentencia aparece el mensaje "Operating System Not Found." Se me hiela la sangre al leerlo. No lo entiendo, o si lo entiendo pero me niego a hacerlo. Mensaje fatal "Operating System Not Found." ¡¿Que diantres?!


Cambio la serie de la tele y en su lugar pongo música, buscando tranquilizar mi espíritu. Siento que la mente me va estallar. Apago todo y me quedo en silencio en la oscuridad absoluta de mi pieza. Siento el zumbido de un mosco que choca contra las paredes oscuras de mi habitación. 

Mi mente se congela y el pánico se hace presa de todo mi ser. Apago prendo, apago prendo, apago prendo, esperando algo que no viene. Operating System Not Found. Inserto la memoria USB, que contiene el sistema operativo, nuevamente después de deshacer los cambios a la BIOS. Espero unos segundos que parecen horas. La pantalla negra y nuevamente el terrorífico mensaje Operating System Not Found. Siento náuseas. Salgo al patio, transpiro miedo. Miro el cielo oscuro y sin luna, apenas se distingue Júpiter y Marte, ¿la cruz del sur quizás?. No puedo pensar, pasan miles de ideas por mi mente en ebullición. Veo flotando en el cielo el mensaje que no se borra de mi retina. Operating System Not Found. No se porque recuerdo esa extraña melodía de Isao Tomita que le aterraba a mi esposa "Prelude to the afternoon of a faun". Tengo el estómago revuelto, ganas de vomitar, estoy tiritando de frío, miro la temperatura ambiente en mi celular y marca dieciocho grados centígrados. Vuelvo a mi habitación. ¡¿Qué hago?! Mierda ¡Que hago ahora! Intento concentrarme. Por mi cabeza pasan cientos de situaciones igual de desesperadas que he vivido previamente. Recuerdo otros desvelos terroríficos por culpa de un computador. Ajusto un comando, otro. F4, F5, Esc, flecha arriba F10, enter, Esc. Otra vez F4, F5, Esc. Si continúa perderá toda la información. enter. ¡No! ¡¿Qué hice?! Todo se reduce a comandos, números y letras. No estoy pensando bien. Veo nublado. Estoy agotado. Debería dejar esta tarea para mañana. Pero se me fue el sueño. Vuelvo unas horas atrás en el tiempo cuando hablé con mi hijo. Se palpaba su alegría. Esa misma que tenía cuando le compré un auto de juguete en una feria del puerto de San Antonio a sus dos años.

                          

Power on. Se siente el silbido suave de la aguja pasando sobre el disco duro. El ronroneo de los ventiladores, la estática de la pantalla, que se queda en negro todavía mas  tiempo que la vez anterior. Apenas puedo respirar y de pronto aparece el logo del sistema. "Instalar ahora" enter. Recopilando información nueve por ciento, diecisiete por ciento, noventa y ocho por ciento. Luego de minutos, horas quizás ;no llevo la cuenta, la perdí hace rato. En la pantalla ahora comienzan a aparecer variados mensajes bajo un fondo azul esperanzador. "Se están realizando los últimos ajustes, ten paciencia. No apagues ni reinicies tu computador. Nombre de usuario. Contraseña de inicio de sesión." Y ahí esta por fin. La pantalla de bienvenida. La misma que fotografié feliz unas horas atrás y le mandé por mensaje a mi hijo. A ver, veamos. Abrir carpeta. Equipo. Disco C ok. Hasta ahí todo bien. Pero falta la partición de respaldo. ¡No está! ¿No está? ¡Se ha ido! ¿Se ha ido? No, no, no. Sí. ¡Nooooo! ¡Mierda!, ¿Qué chucha? Conchesumadre ¿y que le digo a mi hijo ahora? Sus fotos, todos sus archivos, los videos de su hija desde que nació. Sus canciones. Sus documentos ¡Todo, todo, todo ha desaparecido!

Ahora si que la cagué. No se que puedo hacer. Busco ayuda en la web. "Solucionamos su perdida de información. Tenemos todo un laboratorio forense a su disposición. Solo déjenos su disco duro y le salvaremos el pellejo por la módica suma de unos cuantos miles de pesos." Programas en linea para recuperación de datos; no hay tiempo. Ya empieza a clarear, son cerca de las seis de la mañana. Me acuesto y logro dormir un poco más de una hora. Despierto en medio de un sueño de recorrer galerías laberínticas sin salida. Me doy una ducha mientras invento en mi cabeza mil explicaciones que darle a mi hijo. Ninguna me satisface. Podría asumir el elevado costo del laboratorio forense, pero no estoy convencido de su efectividad. Una vez lo hice y los resultados fueron nefastos. Fotos que solo se les veía la vista previa sin poder abrirlas. Videos entrecortados. Pies en lugar de cabezas. Un collage de imágenes inútiles.


                        

Me armo de valor y parto siendo las ocho de la mañana en dirección a la casa de mi hijo. Le suelto el muerto de una. Sin adornos ni maquillaje. Le muestro mi pesar sincero casi entre lágrimas. Él se muestra comprensivo en todo momento, aunque obviamente lamenta la pérdida no me reprende ni se ofusca externamente. Le doy un abrazo y le agradezco. Me vuelvo a casa con el gozo que deben sentir los que escapan de la muerte. Mi espíritu renovado, no siento cansancio y todas las nubes negras se han ido dando lugar a un cielo azul brillante. 

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