Nada que hacer, carnaval puro, alegria de esa de adentro, Allende lo dijo, que caminaria el hombre libre por las grandes Alamedas.
Como sea mi sacrificio valio la pena, mis hijos y esposa le siguieron la travesia por los tres dias que paso por nuestras lejanas tierras, Andres sin duda era el mas encantado de los dos, a sus doce años sus ojos brillaban con cada movimiento de la marioneta, el la sintio viva, pero igual vio mas alla, soño con construir una parecida, soño con rinocerontes, vibro con la musica, fue sin duda una fiesta inesperada para este santiago adormecido.
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