Las triztesas y las penas nunca fueron buenas ...

Tai meao de perro me decia el Segundo enfaticamente, mi cara me denuncia, le dije, si poh, continuo, tenis que hacerte un saumerio, tenis que ir a la iglesia y resarle harto a diosito, en su sabiduria popular, como amigo, sin serlo, trataba de descifrar el entuerto de mi vida, trataba de aconsejarme a enmendar el camino, a agradecer que aun es tiempo, que la cosa no era tan negra como la veia, el huaso Chavez en tanto solo atinaba a sonreir, con una mueca casi tierna me decia que le echara pa elante no ma, que los viejos eran los maricones, que yo estoy bien me decia mientras terminaba de vaciar la jarra de pitcher, mira, agregaba, mejor entretienete con esa cosita de ahi, y me indicaba a la mina de blusa ajustada, con pechos dadivosos, si, pero, le dije, no la miris tanto que el gueon que esta con ella te esta mirando feo, media guea poh dijo el huaso, total pa eso tengo a mi compadre grandote de guarda espalda, y la carcajada estallo, como queriendo tapar toda la mierda de estos dias, como olvidando la desgana de seguir viviendo, tenis que ceder no mas viejito agregaba Segundo, piensa en los cabros chicos, y asi, mientras ordenabamos otro pitcher, las penas se iban olvidando, los enredos se deshacian, las horas eran dejadas atras, en una conversacion que derivaba en cualquier cosa, como un tablon en el oceano, sin rumbo alguno sabiendo que a la larga llegara a arenas mas amigables, o quiza sea destruido, a la deriva, como un monton de astillas, como un monton de mierda no mas poh....