El Martes de la ira

Septiembre empezo al caer la noche del 11 de Septiembre, viendo una pelicula junto amis hijos, nos dimos cuenta que el ruido exterior era superior al interior, luego al ver que las luces relampagueban apagamos la TV y esperamos. En la calle, afuera, la cosa ardia, una especie de tanqueta era bombardeada seguidamente por molotov y otros proyectiles por una veintena de individuos, el conductor del vehiculo intentaba desesperadamente de auxiliar a su compañero (otra tanqueta), que estaba en panne, sus esfuerzos eran casi inutiles y era empelotante ver como los imbeciles seguian profiriendo maldiciones en su contra y arrojandole molotov al punto que habian momentos en que se perdia la silueta del vehiculo entre las llamas, que ademas se esparcian por la calle, finalmente, logro empujar el otro vehiculo hacia la avenida y despues de largos minutos llegaron refuerzos, quienes tiraron sin punteria clara lacrimogenas por doquier, ha esta altura no sabiamos que era peor si el caos reinante en las afueras, o el insoportable e irrespirable humo de las lacrimogenas al interior de todo nuestro hogar, despues de esto la calma llego, y ahora los cutes y maldiciones se escuchaban solo a la distancia.

Al reflexionar sobre lo que ocurrio y ver a la misma hora que sucedia, los noticieros en vivo, no puedo dejar de agradecer a Allende y Pinochet el permitir que las cosas llegaran ha este extremo, Allende que con su tosudez no dio los pasos necesarios, y buscar una salida, al ver que su modelo se desplomaba, y a Pinochet que sembro el terror a diestra y siniestra por casi dos decadas de nuestras vidas, comenzando ese fatidico 11.

2 comentarios:

Alvaro dijo...

Amén y Amén Hermano

Eduardo Waghorn dijo...

Mmm, creo que en unos doscientos años se superará definitivamente el temita. Hay suceptibilidades heridas por parte de ambos bandos.

Me voy a devorar una pizza, te dejo.